Kellogg ha decidido que va a dividirse en tres empresas independientes con el objetivo de potenciar sus ámbitos de negocio, en especial el de aperitivos, que tendrá una cartera más orientada a crecer, con unos recursos más enfocados y una atención mayor a la creación, innovación y expansión de sus marcas.

Esta decisión de transformación de la compañía pretende mejorar el rendimiento y aumentar el valor para sus accionistas y permitirá dirigir mejor sus recursos hacia sus prioridades estratégicas.

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